Bienvenidos a nuestra exposición, un lugar donde el arte y el café se encuentran para inspirar mentes y despertar los sentidos. Lee con calma, respira el aroma imaginario de un café espresso recién hecho y sumérgete en este recorrido único.
Sala 1: El arte del café: una musa para toda una generación de artistas
A lo largo de la historia, el vínculo entre arte y café ha estado muy presente, tanto que el café ha sido considerado por muchos artistas como mucho más que una simple bebida: ha sido un catalizador de ideas, un motor creativo y un compañero inseparable en el proceso artístico. Esta sala está dedicada a su papel como musa, explorando cómo escritores, pintores y pensadores han encontrado en él inspiración y concentración.


Honoré de Balzac veía en el café una fuente de energía inagotable, capaz de mantenerlo despierto durante largas jornadas de escritura. Beethoven lo convirtió en un ritual meticuloso, preparando cada taza con la exactitud con la que componía una sinfonía. Van Gogh mencionaba sus noches en los cafés de Arlés, inmerso en pensamientos que más tarde se transformarían en pinceladas vibrantes. Sartre y Beauvoir hicieron del café el escenario de sus reflexiones existencialistas, convirtiéndolo en el combustible intelectual de una generación.
En esta sala, el café no es solo un hábito, sino un punto de partida para la creatividad.

Sala 2: Café y arte sobre el lienzo
En este espacio, hablaremos de los artistas que han plasmado el café en sus lienzos como reflejo de la vida cotidiana, capturando su presencia en escenas de encuentros, soledad e inspiración. En el siglo XIX, los cafés fueron retratados como espacios vibrantes donde la bohemia se reunía para debatir y crear. Con el tiempo, el café dejó de ser solo un escenario y se convirtió en un símbolo más profundo: una pausa en la rutina, un instante de introspección o, "incluso", el propio material con el que algunos artistas han dado vida a sus obras.
Desde los trazos impresionistas hasta las formas más abstractas, café y arte han encontrado su lugar, transformándose con cada época y cada mirada.
Sala 3: Cafeterías que hicieron historia
El café no solo ha estado presente en la obra de los artistas, sino también en los lugares donde surgieron ideas que marcaron la historia. Aquí nos centramos en la importancia de las cafeterías como espacios de encuentro y pensamiento, puntos de reunión donde nacieron movimientos artísticos, literarios y filosóficos.


El Café de Flore, en París, fue testigo de los debates entre Sartre y Beauvoir sobre la libertad y la existencia. En el Café Central de Viena, Freud y Trotsky intercambiaban ideas en una ciudad donde el psicoanálisis y la política estaban en plena efervescencia. El Caffè Greco, en Roma, recibió a Goethe y Lord Byron, quienes encontraron en su ambiente la calma y el estímulo para su escritura.
Desde la ilustración hasta las vanguardias del siglo XX, los cafés han sido mucho más que lugares para beber: han sido espacios donde la historia del café y arte, y también de la literatura, se han escrito entre sorbos de espresso.

Sala 4: La unión arte y café en otras disciplinas artísticas
¿Sabías que Bach compuso una cantata dedicada al café? ¿O que el cineasta Jim Jarmusch convirtió esta bebida en el eje de su película Coffee and Cigarettes? ¿Y que diseñadores han tomado sus tonos tostados como inspiración para colecciones enteras? A lo largo de la historia, el arte del café ha trascendido la literatura y la pintura para dejar su huella en otras formas de arte, impregnando la música, el cine y el diseño con su esencia.
En el siglo XVIII, la fiebre por el café inspiró a Johann Sebastian Bach a componer una obra humorística que capturaba la pasión de su época por esta bebida. En el cine, el café ha sido mucho más que un simple accesorio: ha sido el protagonista silencioso de conversaciones profundas, pausas introspectivas y momentos de conexión, convirtiéndose en un elemento narrativo en sí mismo. En el diseño y la moda, su estética cálida y sofisticada ha servido de referencia para paletas de colores, texturas y tendencias que evocan su carácter atemporal.
Fin de la exposición: La última taza de café
La exposición concluye con una idea clara: el café ha estado presente en la historia del arte no solo como un placer cotidiano, sino como un elemento que ha dado forma a la creatividad en todas sus expresiones.
Nuestra visita llega a su fin, pero arte y café siguen fluyendo en cada sorbo y en cada pincelada. Porque el café no solo despierta el cuerpo, sino también la imaginación.
Antes de salir, piensa en tu café favorito. Nespresso te ha acompañado en este recorrido, inspirándote, como el café ha hecho con artistas a lo largo de la historia. Ahora, toma tu elige tu cápsula de café, disfruta el momento y pregúntate: ¿Qué obra de arte crearás después de esta taza?