Las huellas revelan muchas cosas del origen de algo o alguien. Nos cuentan la (pre)historia de animales que ya no existen. Nos facilitan seguir el camino que hicimos para llegar a donde estamos hoy. Hay personas que dejan huellas permanentes en nosotros. Y hay cafés que consiguen lo mismo desde el desayuno.
Observar el pasado del café es descubrir una unión ancestral entre esta bebida y la leche. Una combinación que convence al 72% de los consumidores. Y sin lugar a dudas el mejor ejemplo de huella de café es un manchado. Café, por supuesto, pero preparado con mucha leche y solo unas gotas de esta bebida humeante.
Siguiendo las huellas del café manchado
El origen del café manchado en España es complicado de averiguar. Lo que sí se sabe es que, si no nació en Andalucia, lo han hecho parte importante de su cultura, costumbres y reuniones sociales. Especialmente en su capital, Sevilla, el café se toma en vaso, con mucha leche y muy poco café.
Presta atención. Si pides un manchado en nuestro vecino con forma de bota, Italia, te servirán un Macchiato, la traducción a la lengua italiana. Y allí es totalmente lo opuesto: un café espresso casi entero manchado con un par de gotas de leche. Seguro que has pedido alguna vez, o has visto pedir a alguien, un café cortado. Ese sería el equivalente en España.
Tampoco se debe confundir con otra receta típica en Italia. Consiste en una preparación con 1/3 de café, 1/3 de leche y un 1/3 de espuma de leche. Esto se conoce como Latte Macchiato. Sin embargo aquí se observan las tres capas diferenciadas, mientras que un manchado tiene un tono beige uniforme.
“Un café manchado, por favor”
Si quieres preparar en casa este café con huella y conseguir una elaboración digna de un barista, los pasos a seguir son sencillos: mientras calientas la leche al gusto en tu Aeroccino, prepara en tu cafetera Nespresso un café de la gama espresso. Luego vierte la leche en la taza, mezcla, endulza o complementa con lo que quieras… ¡y listo!
Pero debes tener los instrumentos adecuados para conseguir todo el potencial de esta bebida. Si quieres preparar café y leche a la vez, prueba Lattissima One, una cafetera diseñada para preparar tres recetas de café y encajar en cualquier cocina. Y para dar rienda suelta a toda tu creatividad… ¿por qué no una Nespresso Atelier?
Y si vas a elegir una cápsula, aunque todas pueden ofrecerte el resultado que esperas, te recomendamos dos gamas. La gama Barista Creations ya se pensó para unir el sabor del café y la leche. ¿No sabes por cuál decidirte? Una cápsula Chiaro si te gusta el café dulce, suave, o un Corto, el espresso para tomar con leche.
Hablando de espresso, esa es la otra gama de cafés pensadas para un manchado. Café como el Ispirazione Napoli o el Ispirazione Roma recuerdan a ese café tradicional italiano y a su versión más equilibrada. ¿Y por qué no arriesgar con algunos aromas inesperados como el que ofrece Master Origins Indonesia?
Si te has pasado al lado Vertuo del café, también tiene sus cafés idóneos para el manchado: una gota con sabor de Diavolitto, o la ligereza de Voltesso. Repetirás.
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Recetas de café dignas del mejor bar
Un borrón, en este caso, puede mejorar una obra de arte. Y no hay nada como las recetas de café para demostrar que las manchas de café en la leche ofrecen infinitas posibilidades. Se nos ocurre, por ejemplo, que prepares un Almond Lemon Brûleé, inspirado en la Francia más refinada. O, para viajar hasta el terroir de Managua, un Nicaragua dulce y crujiente.
También puedes arriesgarte con tus propias creaciones. El café manchado dejará huella en tu paladar… y querrás que no se borre nunca.
