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#ElColorDeEllas

Este 1 de octubre se conmemora el Día Internacional del Café, y aunque las mujeres han sido agentes de evolución en la caficultura y representan el 30 % del gremio, poco se visibiliza su protagonismo en la transformación del sector.

#ElColorDeEllas quiere darles esa visibilidad y que cuando las personas piensen en café, también piensen en ellas.​

¡Descubre la historias de cinco de nuestras caficultoras! ​

Gloria Gutiérrez

Finca Santa Rosa, San Francisco, Cundinamarca.

Doña Gloria dice que no se acuerda cuándo fue la primera vez que recogió café. Sabe que era muy niña y que desde ese momento supo que quería dedicarse a la caficultura toda su vida. Tiene 4 hijos, pero vive con su esposo y los dos niños menores. Con su familia, y gracias al café, están empezando un proyecto turístico de posadas campesinas, para quienes quieran tener la experiencia del campo por unos días.

Blanca Gaitán

Finca Berlín, San Francisco, Cundinamarca.

La señora Blanca ha trabajado la caficultura desde muy pequeña y hace unos años es dueña, junto con su esposo, de la finca Santa Rosa. Doña Blanca es quien lidera y toma las decisiones en su cultivo, y gracias a su trabajo duro pudo darse un merecido viaje a Dubai y España. A doña Blanca le encanta estudiar y no depender de las demás personas, por eso está haciendo un curso de seguridad alimentaria que le ayuda en la administración de sus cultivos.

Clemencia González

Finca Santa Rosa, San Francisco, Cundinamarca.

Su nombre es Clemencia González, pero todos sus conocidos le dicen “la profe”. Antes de dedicarse a la caficultura trabajaba como profesora de educación física en San Francisco de Sales, pero desde hace más de 15 años, y tras el fallecimiento de su esposo, se hizo cargo de la finca cafetera Las Mercedes. La profe solo contrata mujeres para la recolección del cultivo, pues dice que prefiere su delicadeza, dedicación y responsabilidad.

Chiquinquirá Aumada

Finca El Consuelo, San Francisco, Cundinamarca.

Chiquinquirá o doña Chiqui ha trabajado el campo desde que tiene memoria. Dice que se enamoró de la caficultura gracias a su padre y que tan pronto tuvo la oportunidad, ella y su esposo compraron un terreno a las afueras de San Francisco dedicado al cultivo de café. Su familia es el ejemplo del relevo generacional en el campo, pues una de sus hijas siguió los pasos de su madre y ha sembrado cerca de 30 mil plantas de café en el municipio de Paime.

Gloria de Abondano

Finca Lares, San Francisco, Cundinamarca.

Doña Gloria dedicó toda su vida a la docencia de idiomas en la ciudad de Bogotá, pero hace 10 años, junto con su esposo, decidió cambiar el estilo de vida que llevaban para emprender el sueño de tener su propia finca cafetera. Doña Gloria logró recuperar el suelo de la finca que compró y hoy en día cultivan café de la mejor calidad. Dice que no se dedica a recolectar el café, pues prefiere que lo hagan las recolectoras de la zona. Mientras tanto, ella se dedica a la administración de la finca, el beneficiadero y el secado, labores vitales en el proceso de producción del café.
Reunimos a cinco mujeres artistas para capturar el espíritu y diversidad de las caficultoras a través de su arte. ¿El resultado? cinco ilustraciones digitales que evidencian la esencia de las cafeteras en los ojos de las artistas. ¡Conoce sus obras!

VIVIANA GRONDONA

Artista

“Me inspiré en la fuerza, pasión y amor con el que trabajan las mujeres caficultoras para mantener y guardar la tradición cafetera de nuestro país. Estoy muy contenta de hacer parte de este proyecto”

> Descargar ilustración

Ledania

Artista y muralista

“Creo que la gastronomía y el arte van muy de la mano. Si a eso le inyectas una causa tan poderosa como visibilizar a las mujeres cafeteras, es posible reflejar la magia y fuerza detrás de ellas. De eso se trata mi obra para Nespresso” > Descargar ilustración

ASISI FELICIA

Artistas e ilustradoras

“Quisimos representar el espíritu de la mujer cafetera a través de un concepto tan valioso como el relevo generacional. Es inspirador ver que esta tradición y conocimiento se mantiene de generación en generación”. > Descargar ilustración

Taty Gómez

Artista

“Los procesos en la caficultura son atesorables y quería evidenciarlo de una forma mágica. Pienso que si se resalta el poder y la magia que tiene esta labor, y se dan las condiciones adecuadas a más mujeres, van a querer seguir ejerciendo este oficio que es tan importante para Colombia”. > Descargar ilustración

Lili Cuca

Artista

“Las mujeres siempre buscamos algo que le de una identidad a nuestro trabajo para relacionarnos de una manera más intuitiva con el. Es así como surge la idea de una mujer caficultora que confía en lo que siente su corazón y en cómo genera vida a través de su intuición”. > Descargar ilustración